viernes, 28 de septiembre de 2012

Diario de un cuerpo, de Daniel pennac, 2

 Desde Lima me contestó Efrain Flores, gestaltista y polemista de raza, cuyas intervenciones me dan pié para escribir y escribir...  Esta subida comienza con nuestro intercambio de comentarios
Interesante reseña de un libro "dedicado al cuerpo", realmente interesante. Me preguntaba, ¿habrá diferencias entre ver la vida desde el cuerpo y estar hipnotizado por él? Sólo he leído la reseña, no el libro, pero a medida que iba leyendo el contenido, pensaba en ello.  Parece, el autor, arrebatado por el cuerpo y su funcionamiento, tanto así que ,al parecer (repito, no he leído el libro)se abstraía de otro tipo de intereses ¿o sería otro tipo de lectura?

¡Saludos, don Efraín!
He comenzado por dar el espacio a Anton Castro, que ya leyó el libro entero -con provecho, se vé, porque sus comentarios son amplios y generosos-; yo estoy todavía en los comienos de la lectura. Ana Zamakona Chavarría,  una lectora de raza, con un ojo excepcional y un oído educado y atinado, me lo ha venido recomendando desde que lo terminó en Junio, y en cuanto he leído quince páginas, me ha atrapado. Es algo fuera de lo común, de cualquier cosa que yo me hubiese imaginado. Es un libro bellísimo. Algo así como El Principito: no solo un relato, sino que una atmósfera, un estado del alma, una revelación... y una delicia, y una fiesta, y una burla... 'Qué gran cosa! He vuelto a empezar y me he pertrechado con papel y lápiz para ir anotando las que serán, en años venideros, citas que usaré una y otra vez en contextos muy diversos. Ejemplo, pag 60:
"Yo ignoraba entonces -el protagonista habla de sí mismo muchos años después- que mi madre no pensaba, que formaba parte de la innumerable cohorte de aquellos que "en su alma y conciencia", llaman "opinión", "convicción", "certidumbre" e incluso "sentimiento", e incluso "pensamiento" a las vagas y sin embargo tiránicas sensaciones que arman sus juicios".

En cuanto a su pregunta de si "habrá diferencias entre la vida desde el cuerpo y estar hipnotizado por él", me parece no la entiendo: ¿Qué, cómo será, si es que tal cosa existe, el estar hipnotizado por el cuerpo? ¿Qué sujeto podrá informarnos de que su vivencia es la de estar hipnotizado por su cuerpo, y qué fiabilidad podemos esperar de las descripciones de esa persona que está de por sí "hipnotizada"?

Que el libro consista -es el recursoo que usa Pennac- en los supuestos diarios que escribió durante 70 años alguien muy lúcido, que los entrega a su hija a su muerte, y que el motivo esté -me parece- inspirado en Montaigne y sus excepcionales autodescripciones de los procesos somáticos de su día a día es lo de menos. Pero, ¡qué sorpresa de libro, qué sabor tan rico, qué fuente de conocimiento y qué amor a lo humano en su dimensión plena, carajo!
Abrazos.


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Ya voy por la mitad. El dev4enir del libro me hace bajarme del lirismo dsel que abuso en los anteriores párr5afos. Es una novela, una magistral, pero no es tanto aq8uella atmósfera que  detecté en los primeros capítulos y creí que iba a continuar duranteb todo el texto.
Por lo visto, estoy por anticipar lo que va a venir... Curiosa predisposición...

En cuanto al cuerpo y este texto, la cosa va fenomenal. No es tanto lo que me está enseñando como lo que me está recordando. Los encuentros del protagonista con sus, digamos, hechos biológicos -las cacas, las enfermedades, la fuerza, la fiebre, los ojos, sus tics de morderse y chuparse ..., adquieren una especie de valor universal al estar tan limpiamente recuperados y contados en sus diarios. Me hacen sonreir y sufrir con gran facilidad.




Foto de Cesc Giralt,  con web en   http://www.fotografo-bodas.com/  


como dicen en http://www.patxiwan.com/blog/bodes/posar-y-rascarse-la-cabeza/
allí donde la he encontrado,
"¡genial!, 6 persones i 5 històries en una mateixa escena", 
y nada más fácil que mirar esos cuerpos para poder imaginar sus respectivas historias.


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