Un amigo, habiendo leído y mirado -y remirado- el reciente post "las comparaciones son odiosas", me ha obsequiado con el documento gráfico adjunto, que le muestra a él mismo poniendo posturitas ante las olas -embravecidas, claro- del Atlántico. Hace un tiempò ya de aquello...
Así era la juventud poco tiempo atrás: ¡Malpervertida!
Suerte que se reformó, y ahora luce decentemente tal que así
Tomen ejemplo, panda de degeneraos!
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