miércoles, 25 de abril de 2012

el curso en Madrid V: ampliando..




 Ampliando informaciones acerca del curso

 

Este es un curso orientado y dirigido a personas que tengan formación gestáltica o estén en procesos de aprendizaje equivalentes.  . Personas con intereses e inquietudes dirigidas 
al trabajo corporal. 

   Mi experiencia profesional pasa esencialmente por dos canales: los cursos de formación en Terapia Gestalt y los de los sucesivos programas SAT. Puedo moverme con soltura entre personas que comparten estos entrenamientos, y referir aquello que se vaya trabajando a los postulados y los enfoques de ambas orientaciones; por eso imagino un público compuesto por gestaltistas y sateros; pero pretendo que lo que se explore sirva para cualquiera, casi independientemente de su orientación. 



 El cuerpo es el gran instrumento del que disponemos. El más fiable, el que más memoria tiene. Creemos fundamental entrenarlo, afinarlo. Aprovechar el propio cuerpo para poder ayudar y facilitar el camino de crecimiento personal del que  somos testigos y acompañantes en los procesos terapéuticos. 

Esta afirmación me parece obvia, pero supongo que puede resultar, para algunas personas de orientación teórica diferente a la mía,  más poémica (¿qué pensarán de esto, me pregunto,  desde lo cognitivo-conductual?)

Es algo que aprendí desde que entré en terapia con Antonio Asín, quien abordó mis síntomas -que yo creía que lo eran de locura y de la peor clase cuando eran honestos ataques de pánico- con ejercicios de sofrología y de bioenergética. 
¡Y aquello me ayudó!  Desde entonces lo somático ha estado siempre presente 
en mi formación, sirviendoademás  a fines muy diversos.

 Me permitió descargar nudos internos, sentir sensaciones inéditas, adquirir nuevas reservas de vigor, disponer de un sensor que certificaba o contradecía
 mis constructos mentales. Experimentar con mis emociones, entrar en ritmos de calma, de relax, de activación, afinar mis sentidos... Me informó certeramente de mis necesidades, me avisó de mis errores de cálculo. En fin...









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